El frío lleva unas semanas sin dar tregua y en Realiza queremos ayudarte con la solución: el aislamiento. ¿Por dónde entra el frío en las casas? ¿qué puedo hacer para que una estancia sea más caliente?

La factura de la luz y la ola de frío, claves del mes de enero

Antes de empezar con lo que atiende exclusivamente al aislamiento de las estancias es importante entender el contexto en el que nos encontramos.

El invierno trae consigo un descenso de las temperaturas y precipitaciones abundantes, lo que hace que calentar un hogar, una oficina o un establecimiento sea más complicado y, en la mayoría de las ocasiones, más costoso.

Recientemente con la ola de frío que ha asolado el país, hemos podido ver cómo las temperaturas llegaban a mínimos históricos. La borrasca Filomena “ha batido dos veces el récord histórico de temperatura más baja en nuestro país”, desde los -25,4 hasta los -35,8. Mínimos históricos nunca antes registrados nos relataba la prensa durante el mes de enero.

La importancia de mantener una temperatura adecuada se vincula directamente con la productividad y el confort, cuanto más a gusto se encuentre uno en el lugar donde pasa tantas horas, más feliz será y aumentará su calidad de vida.

Mientras la ola de frío nos dejaba a todos congelados, hubo otro gran protagonista en este mes de enero: la factura de la luz. Durante los pasados 30 días aumentó entre un 20 y el 30%, en un momento en el que el gasto energético estaba también en crecimiento exponencial.

Bajo este contexto en el que el frío es el gran protagonista y poner la calefacción resulta, en muchos casos, un privilegio, es más importante que nunca optimizar esos gastos. De nada serviría poner la calefacción y que el calor se escapara por la ventana, juntas, etc.

A continuación, os contamos algunas soluciones para lograr un buen aislamiento térmico y reducir el gasto de la factura energética.

¿Por dónde entra el frío?  

Veamos cuáles son los puntos débiles de nuestras casas, oficinas o cualquier tipo de recinto o estancia.

  • Ventanas: La mejor solución es optar por unas practicables o correderas con aislamiento térmico. Una doble cristalera, la colocación de burletes o elegir un cajón de persiana aislante del frío también son buenas opciones. Lo mejor es ponerse en manos de profesionales que puedan ofrecer un asesoramiento sobre la instalación de las ventanas y, en el caso de tratarse de una obra nueva o reforma, sobre su orientación espacial.
  • Cubiertas: una buena solución son los rollos de lana de vidrio ISOVER, conocidos como IBR. No obstante, las cubiertas son una zona que requiere mucha personalización en cada caso.
  • Fachada: la mayoría de las grietas provienen de aquí. En función del tipo de propiedad y de la localización de las grietas tendremos que pedir más o menos permisos. Por suerte, existen varias soluciones para evitar que se produzcan pérdidas de calor por esta vía como Ecovent, Eco o un Sistema SATE.
  • Paredes: Las soluciones más efectivas son los paneles rígidos de lana mineral no hidrófilos y sin revestimiento, los paneles semirrígidos y rollo flexible de lana mineral, no hidrófilo, sin revestimiento; o lo más habitual, que es el aislamiento termoacústico de ISOVER con contribución a la impermeabilización de doble hoja cerámica y placa de yeso laminado.

Consejos útiles para aislar del frio

Además de lo mencionado anteriormente hay algunas soluciones que pueden hacer las estancias más cálidas.

  • Sellar grietas: el hecho de que existan puede hacer que se pierda entre un 15 y un 20% del calor y que entre aire frio. Es importante localizarlas y sellarlos.
  • Madera para suelo radiante: la madera mantiene la temperatura mucho más tiempo una vez apagada la calefacción que otros materiales como la cerámica debido a la inercia térmica. No obstante, no todas las maderas son compatibles con este tipo de suelo y se debe consultar con el fabricante.
  • Situación de los radiadores: colocarlos debajo de las ventanas hará que el aire frío que pueda entrar se caliente.
  • Terrazas acristaladas: de esta forma se aísla la zona en contacto con el exterior protegiendo el resto de las estancias del frío y creando un efecto invernadero cuando les da el sol. Además de esta manera se gana una estancia más.
  • Caldera de bajo consumo: este cambio de caldera supone una inversión inicial, pero se recupera rápidamente con lo que se ahorra en la factura eléctrica.

Quien conoce los métodos de aislamiento del frío juega con una gran ventaja para pasar el invierno con el mayor confort posible y sin pensar demasiado en la energía empleada.

Ahora tu eres una de las personas que pueden aprovechar este conocimiento, pero eso no basta, es esencial ponerlo en práctica para que sea efectivo.

Si quieres contar con la ayuda de profesionales para garantizar un buen resultado, ponte en contacto con nosotros y mantendremos el frío lejos de tu hogar, oficina o establecimiento.